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Eventos VR vs eventos presenciales

Publicado: 08 / 09 / 2019
Eventos VR vs eventos presenciales
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Los eventos son y seguirán siendo la mejor herramienta de comunicación para las empresas.

Durante los últimos años han sido muchos los avances tecnológicos que se han incorporado a nuestras vidas, cambiando aspectos tan cotidianos como mirar la hora: si antes la consultabas en el reloj, ahora lo puedes hacer en tu smartphone o smartwatch, pero a la vez que consultas las notificaciones de tus redes sociales, tu frecuencia cardíaca o los pasos que has caminado.

Estos avances también afectan al mundo empresarial y a la forma en la que nos comunicamos y negociamos, así que, ¿por qué no aprovecharse de las ventajas que nos ofrecen? Son muchos los beneficios que la tecnología nos brinda, por lo que cada vez nos encontramos ante un mundo empresarial más competitivo y preparado. 

Se puede llegar a producir un ahorro de hasta un 50%, ya que se evitan todo tipo de desplazamientos, gasto de recursos, dietas, etc

Si antes había que gastarse una gran parte del presupuesto anual en promocionarse en ferias y eventos repartidos en diferentes emplazamientos, ahora basta con coger uno de los ordenadores que tenemos en nuestro puesto de trabajo o en casa y meterse a Internet para montar un stand, personalizarlo y establecer relaciones personales y profesionales con empresarios y clientes del sector sin moverse del sitio. O para presentar un producto, un catálogo o simplemente hacer contactos con gente del sector.

Todo esto podemos hacerlo entrando a salar virtuales y compartiendo conversaciones y tarjetas de visita virtuales. Lo que empezamos a conocer como VR business.

Así que como vemos, los eventos virtuales nos permiten realizar las mismas funciones que los eventos presenciales, pero… ¡por mucho menos! Se puede llegar a producir un ahorro de hasta un 50%, ya que se evitan todo tipo de desplazamientos, gasto de recursos, dietas, etc. Además, realizar un evento virtual ya nos diferencia del resto, por lo que no solo son ventajas económicas y sociales, sino que también son ventajas competitivas. Y todo ello de manera sostenible y ecológica.